La simpleza es inteligencia: nuestros logos tienen un fuerte concepto detrás y le abren las puertas a un gran universo gráfico, pero sin complicarse la vida. Son versátiles y se desempeñan bien tanto en el rol de protagonistas como en el de acompañantes porque, si bien son aliados importantísimos, no son toda la identidad visual (así como una persona no es solamente su nombre y apellido). Los colores, la tipografía, la manera de comunicar hacia el afuera: todo eso también es marca. El logo debe ser un aliado más.